(Roberto Bolaño)
A luz
Luz que vi nos amanheceres da Cidade do México,
Na avenida Revolução ou na Menino Perdido,
Fodida luz que ferrava as pálpebras e te fazia
Chorar e se esconder em algum daqueles ônibus
Enlouquecidos, aqueles micro-ônibus que te faziam viajar
Em círculos pelos subúrbios da cidade escura.
Luz que vi como uma solitária adaga levitando no
Altar dos sacrifícios da Capital, no ar
Cantado pelo Dr. Atl, no ar imundo que
Tentou capturar Mario Santiago. Ah, a fodida
Luz. Como se fodesse consigo mesma. Como se
Chupasse sua própria vulva. E eu, o espectador
Insólito, não sabia fazer outra coisa que rir
Como um detetive adolescente perdido pelas ruas
Do México. Luz que avançava da noite ao dia
Igual uma girafa. Luz da orfandade encontrada
Na vazia e improvável imensidade das coisas.
Luz que vi en los amaneceres de México D.F.,
En la Avenida Revolución o en Niño Perdido,
Jodida luz que dañaba los párpados y te hacía
Llorar y esconderte en algunos de aquellos buses
Enloquecidos, aquellos peseros que te hacían viajar
En círculos por los suburbios de la ciudad oscura.
Luz que vi como una sola daga levitando en
El altar de los sacrificios del D.F., el aire
Cantado por el Dr. Atl, el aire inmundo que que
Intentó atrapar a Mario Santiago. Ah, la jodida
Luz. Como si follara consigo misma. Como si
Se mamase su propia vulva. Y yo, el espectador
Insólito, no sabía hacer otra cosa que reír
Como un detective adolescente perdido en las calles
De México. Luz que avanzaba de la noche al día
Igual que una jirafa. Luz de la orfandad encontrada
En la vacía e improbable inmensidad de las cosas.